El yoga es una práctica milenaria que ha conquistado corazones y cuerpos en todo el mundo, por supuesto que unos de esos corazones ha sido el mío. Debido a sus beneficios para la salud física y mental, ha dejado de ser una práctica reservada a los aficionados de las creencias orientales y ha pasado a ser practicado por miles y miles de personas en occidente.
Sin embargo, como todo lo que se populariza, también está rodeado de mitos que pueden confundir a quienes desean acercarse a este camino de bienestar y conciencia.
Queremos compartir contigo algunas de esas creencias que en nuestra experiencia han alejado a muchas personas de conocer y comprender lo que realmente representa el yoga.
- Mito: El yoga es solo para personas flexibles.
- Verdad: La flexibilidad no es un requisito para practicar yoga, sino uno de sus posibles beneficios.
El yoga es inclusivo, accesible para todos los cuerpos, edades y niveles de condición física. No necesitas tocarte los dedos de los pies para empezar; solo necesitas un poco de disposición y paciencia para conectar con tu cuerpo tal como es hoy.
Es hora de escuchar a tu propio cuerpo 🙂
- Mito: Hacer yoga es como hacer cualquier otro ejercicio físico.
- Verdad: Si bien el yoga incluye movimientos que pueden fortalecer y estirar el cuerpo, va mucho más allá de lo físico.
Es una práctica integral que conecta cuerpo, mente y espíritu. Las posturas (asanas) son solo una parte del yoga; la respiración, la meditación y los principios éticos son igual de importantes para alcanzar la esencia de la práctica.
Hay evidencia científica sobre los beneficios exclusivos de la práctica continua de yoga, y hoy todavía puedo recordar lo que pensé al terminar aquella primera práctica de yoga de mi vida, “¡esto es lo que mi cuerpo necesita!”.
Siendo tan solo una joven estudiante de medicina de 18 años, comprendí que los beneficios fisiológicos y mentales que sentí fueron las experiencia más completa que había experimentado hasta entonces.
- Mito: Solo es efectivo si lo practicas por horas.
- Verdad: No necesitas dedicar varias horas al día para experimentar los beneficios del yoga.
Incluso unos pocos minutos de práctica diaria pueden hacer una gran diferencia en tu bienestar. Una secuencia de diez minutos o una breve meditación pueden ayudarte a sentirte más presente y equilibrado.
Incluso 5 respiraciones profundas pueden cambiar tu día. ¡Inténtalo!
- Mito: El yoga pertenece a una religión.
- Verdad: El yoga tiene raíces en la tradición espiritual de la India, pero no está vinculado exclusivamente a ninguna religión.
Se trata de una práctica universal que puede adaptarse a las creencias personales de cada individuo. Más que dogmas, el yoga es una disciplina que nos invita a explorar la conexión con uno mismo y el entorno.
Como teóloga cristiana me encuentro constantemente con este tipo de preguntas: ¿Cómo puedo practicar yoga y ser cristiana? Es muy fácil, solo busco a Dios en todo momento…
- Mito: Necesitas accesorios especiales para practicar.
- Verdad: Lo único que necesitas para practicar yoga es tu cuerpo, un espacio cómodo y una mente abierta.
Aunque las esterillas, bloques o ropa específica pueden ser útiles, no son indispensables. Para la práctica del yoga solo necesitas la disposición y ganas. Incluso un rincón de tu hogar puede convertirse en un lugar perfecto para tu práctica.
- Mito: El yoga es solo para relajarse.
- Verdad: Si bien el yoga puede ayudar a reducir el estrés, también puede ser desafiante tanto física como mentalmente.
Existen distintos estilos de yoga y algunos de ellos se centran en el vigor y la energía, mientras que otros priorizan la relajación profunda.
Ten en cuenta que hay muchísimos estilos de yoga y meditación, así que puedes elegir el tipo de yoga que mejor se adapte a tus necesidades y objetivos.
El yoga no se trata de lograr una postura perfecta ni de cumplir con un estándar externo. Es un viaje personal que cada quien recorre a su ritmo, respetando sus límites y abrazando su progreso.
Al despojarte de los mitos, puedes descubrir el verdadero potencial del yoga: una herramienta transformadora que nos invita a habitar plenamente el momento presente y a vivir con más consciencia y amor.
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Nos vemos en el mat.
Corina Díaz